El juez principal será secundado por sus compatriotas Pawel Sokolnicki y Tomas Listkiewicz, hijo de Michal, a quien el destino quiso que cumpliera la misma función en la final que Argentina perdió ante Alemania por 1-0, en Italia ’90.
El polaco Szymon Marciniak destacó que «ser el árbitro de una final de un Mundial es increíble», en referencia al choque de los seleccionados de Argentina y Francia, que dirigirá el domingo a las 12 hora argentina, en el estadio Lusail, donde se definirá cuál de los equipos se queda por tercera vez con la Copa del Mundo.
«Ser el árbitro de una final de un Mundial es increíble. Me siento orgulloso por mí y por mis colaboradores», afirmó Marciniak en declaraciones a la prensa.
Digo eso porque con mis asistentes formamos un equipo, somos como una familia. Ganamos juntos y a veces perdemos juntos», señaló el referí, de 41 años.
El juez principal será secundado por sus compatriotas Pawel Sokolnicki y Tomas Listkiewicz, hijo de Michal, a quien el destino quiso que cumpliera la misma función en la final que Argentina perdió ante Alemania por 1-0, en Italia ’90.
Entre otras consideraciones, Marciniak remarcó que «en el último año y medio» le tocó vivir «un momento difícil debido a que sufría de taquicardia».
«Al principio debí dejar de arbitrar. Solo yo y mis colaboradores sabemos cuán duro fue para mí, pero ahora la vida me dio revancha», subrayó el colegiado polaco, de acuerdo con lo consignado por agencia ANSA.
Fuente (Agencia Telam)
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